A mediados de abril, observo que cerca de mi domicilio, las primeras crías emplumadas salen del nido, persiguiendo a sus padres por las ramas, de árbol en árbol. Es el penúltimo escalón en el desarrollo y previo hasta que sus progenitores dejen de alimentarlos, momento en que la independencia será total. A diferencia de nuestra especie, es posible que jamas vuelvan a encontrarse en la vida, esos lazos fraternales (hermanos, padres, hijos) desaparecen, pasando desde ese momento cada individuo a ser un competidor más. Sin embargo no hay nada más curioso y dulce que contemplar como unos pichones son alimentados en su propio nido.
Algunos verderones y jilgueros vuelven como cada año a anidar en las calles de mi ciudad, buscando la protección que les ampara los arboles de las ramblas y parques, aumentando de esta manera la fauna urbana que solo sabemos apreciar los que nos gusta la naturaleza. Sus reclamos y cantos resuenan con bastante insistencia en estas fechas de amoríos y romances, siendo las horas del mediodía o los días festivos con la disminución del transito cuando más se oyen.
Desde mi balcón los veo continuamente merodear , sobre todo en los arboles que aun todavía desnudos, empiezan a desarrollar los primeros brotes verdes con los que después nos darán sombra , rambla arriba , rambla abajo , buscan continuamente material para hacer el nido.
Observo que de una palmera cercana, concretamente de la corteza del tronco, salen unos hilos o peleches, que son arrancados por estos vecinos míos ocasionales.
Una pareja de mirlos también ha hecho su domicilio en un ciprés muy cercano, su color negro y el amarillo del pico en el macho, no deja confusión de su especie, así como su canto aflautado y melodioso y sus carrerillas por el suelo ocasionales.
Verdecillos y gorriones completan la comunidad, aunque estos no suelen desaparecer durante todo el año, siendo ahora cuando mas se dejan aparecen por mi balcón buscando algún alimento que llevarse al pico y a su prole, ya que son los más tempraneros a la hora de eso que llaman la procreación, o la continuidad de la especie. Por culpa de ese afán más de alguna nidada sucumbe con algún temporal frio y tardío.
Los Vencejos, aves que según dicen jamás llegan a poner las patas en el suelo, permaneciendo toda su vida en el aire, las golondrinas que también la tradición menciona como portadoras de la primavera, de ellas es increíble la capacidad de año tras año anidar en el mismo sitio, las palomas y tórtolas completan mi pequeño escenario.
Siempre me han gustado las anécdotas fabulas y leyendas relacionadas sobretodo con las aves, no puedo evitar de vez en cuando publicar alguna de ellas.
La moraleja que siempre las hay, quedan para el lector que seguro sabra sacar de ellas mas de una sola interpretación.
Primero la fabula de un famoso escritor, despues el poema en video del poeta y después el pequeño cuento de un servidor.
El jilguero y el cisne
Calla tú, pajarillo vocinglero
(dijo el cisne al jilguero:)
¿A cantar me provocas, cuando sabes
que de mi voz la dulce melodía
nunca ha tenido igual entre las aves?
El jilguero sus trinos repetía;
y el cisne continuaba: ¡Qué insolencia!
¡Miren cómo me insulta el musiquillo!
Si con soltar mi canto no le humillo,
dé muchas gracias á mi gran prudencia.
¡Ojalá que cantaras!
(le respondió por fin el pajarillo:)
¡Cuánto no admirarías
con las cadencias raras
que ninguno asegura haberte oído,
aunque logran más fama que las mías!…
Quiso el cisne cantar, y dio un graznido.
¡Gran cosa! Ganar crédito sin ciencia,
y perderle en llegando a la experiencia.
Nada sirve la fama si no corresponden las obras Fábula de Tomás de Iriarte
POEMA DE JACINT VERDAGUER
El JILGUERO QUE NO QUERIA CANTAR
Sé que canto mal y no tengo necesidad de soportar burlas de nadie,le decía un jilguero a un gorrión,prefiero mantener el pico cerrado antes que aguantar las mofas de mis congéneres.
¿Quién te ha dicho que cantas mal? Le pregunto un cuervo que escuchaba la conversación desde una cercana rama.
Te oí una vez, cuando ensayabas y desde entonces tuve envidia de tus estupendas aptitudes canoras.
Jilguero no se dio por aludido por el comentario de un pájaro que solo sabia graznar y siguió obstinado en que si no era el mejor cantor de todos , no valia la pena intentarlo.
Llegada la primavera, un pájaro cantaba en la espesura del bosque con tanta dulzura que nuestro personaje no evito volar hasta él para conocerlo.
Un altivo ruiseñor sin apenas hacerle caso, desafiaba en cada estrofa con grandes trinos y cantos al embelesado pajaro.
Al ver que el jilguero no le reprendía, interrumpió éste su canto y preguntó:
– ¿Qué ocurre, jilguero? ¿Por qué no cantas conmigo?
Azorado y lleno de vergüenza, el jilguero le confesó que ante tan bello canto, el no era digno de acompañarlo.
El ruiseñor, tras reflexionar durante un instante, le respondió:
Que cantes bien o mal no es asunto de los demás, es solo tuyo.
Nadie nace enseñado solo el aprendizaje y la práctica conseguirá con el tiempo hacerte mejorar.Ten en cuenta que si no cantas, aunque sea para ti mismo, nunca serás digno de llamarte jilguero.
Convencido de las razones dadas por el maestro Ruiseñor, se marcho y desde ese día cantó como sabía,sin avergonzarse e intentando aprender de cualquier otro jilguero que se encontraba en el camino.
Pasados unos años , un joven y pretencioso mirlo que se jactaba de ser el mejor cantor de la zona , escucho un melodioso trino , como nunca antes había oído , presuroso en conocer al autor de tan maravillosa obra, descubrió a un veterano Jilguero que desde su atalaya en lo alto de un gran árbol , difundía al viento toda su potente sabiduría.
Si con temor afrontas la vida difícilmente la felicidad podrás alcanzar
Josanboza
Seguro que si te gusta la observación de aves, más de una vez te habrás preguntado si a ellas les importa ser objeto de tus indiscretas miradas. Pues bien, parece que sí les importa; de hecho, no les gusta nada la mirada humana. una investigación ha demostrado que las aves no permanecen impasibles ante la forma de un ojo humano. Ocurre que para un pájaro, saber si le están observando puede resultar esencial de cara a su supervivencia.
Si alguna vez hemos observado algún pájaro, nos preguntaremos por que siempre se mantienen lejos de la mirada de una persona o en su defecto por que se muestran tan inquietos cuando se sienten observados directamente.
Incluso entre las que se encuentran en cautividad , suelen defecar de miedo ante la mirada de su propio cuidador.
También se ha comprobado que si se orientaba la cabeza hacia las aves , estas se alejaban a una prudente distancia; pero si el mismo individuo apuntaba el rostro en la misma dirección, esta vez con una venda puesta sobre los ojos, las aves volvían a recuperar la confianza.
Esto sugiere que dichas aves tienen la capacidad de percibir con precisión la forma de los ojos humanos y sus movimientos
¿Cómo entender semejantes reacciones? Posiblemente este comportamiento viene motivado por razones de pura supervivencia. Entre las aves, las miradas directas poseen un valor estratégico, ya que las aves de rapiña tienden a orientar la cabeza y mirar fijo a sus presas mientras las atacan; de ahí que una mirada directa pueda significar un peligro inminente.
Ya se conocían varios de los signos de alarma manejados por las aves para evaluar el peligro planteado por un predador, desde la aparición en el cielo de un ave de presa hasta el revoloteo de otros pájaros o el olor de un hurón; se ha documentado incluso cómo reconocen a la distancia la silueta de un halcón. Al repertorio se añade ahora la orientación de la cabeza y la mirada del posible enemigo.
Como siempre que llega esta estación, en la cual las lluvias aceleran el verdor del campo y con ella el resurgimiento de las flores, el revoloteo de los pajaros, unas veces en grupo como efectúan los jilgueros hasta definirse las parejas y otros desafiantes como realizan los verdecillos , abre el periodo de cortejo previo a la reproducción .
Los machos , inician desde los altaneros de los arboles , sus cantos harmoniosos , derrochando vitalidad para sorprender a sus competidores y atraer con sus galanteos a las hembras. El campo cobra vida , elaborando una gran banda sonora que embriaga a quien gusta de tan armoniosos reclamos
Estos días festivos de semana santa , he aprovechado para grabar algunas imágenes de estas pequeñas aves que me he ido encontrando. Por cierto, al finalizar este video recogí el deambular de un personaje que sin ningún tipo de prisa, ni de preocupación paso por delante de mi presencia.